miércoles, 17 de noviembre de 2010

POLÍTICAS DE ACTUACIÓN CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO


La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y su Protocolo de Kioto constituyen el marco internacional para combatir el cambio climático, definir objetivos y mostrar cómo pueden alcanzarse;dicha convención fue adoptada en 1992,y entró en vigor en 1994.

La Convención marco contribuyó de manera decisiva al establecimiento de los principios clave de la lucha internacional contra el cambio climático. Concretamente, definió el principio de las «responsabilidades comunes pero diferenciadas». Asimismo, contribuyó a reforzar la concienciación pública, a escala mundial, sobre los problemas relacionados con el cambio climático. No obstante, la Convención no contempla compromisos en términos de cifras detalladas por países respecto a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por consiguiente, las Partes de la Convención decidieron, en la primera Conferencia de las Partes, que se celebró en Berlín en marzo de 1995, negociar un protocolo que contuviera medidas de reducción de las emisiones de los países industrializados en el período posterior al año 2000. Tras una larga preparación, el 11 de diciembre de 1997 se aprobó el Protocolo de Kioto.

El Protocolo de Kioto establece límites legales para las emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrializados.Además, introduce nuevos mecanismos de mercado para que el coste de reducir las emisiones sea lo más bajo posible.
De acuerdo con el protocolo, el conjunto de los países industrializados debe reducir sus emisiones de seis gases invernadero hasta situarlas aproximadamente en un 5% por debajo de los niveles de 1990 durante el primer “período de compromiso”, comprendido entre 2008 y 2012. No existen objetivos de emisiones para los países en desarrollo.
El Protocolo de Kioto entró en vigor en febrero de 2005. A principios de 2009 lo habían ratificado 183 estados, además de la Unión Europea. Eso significa que hay 37 países desarrollados, más la UE de los 15 (los 15 Estados que eran miembros en el momento de firmar el protocolo), que se han comprometido a alcanzar los objetivos de Kioto. Pero hay un país muy importante que originalmente firmó el tratado y después no lo ratificó: Estados Unidos.
Quizás en el mapa no pueda apreciarese con exactitud la leyenda,en cualquier caso,los países pintados de verde son los países que firmaron y ratificaron el protocolo,los pintados de rojo son aquellos que no lo ratificaron,los pintados de amarillo son aquellos cuya ratificación está pendiente,y los pintados de gris aún no se han posicionado.

Desde la adopción del Protocolo de Kyoto, España se comprometió a limitar el aumento de emisiones en un 15% con respecto a 1990; La ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar ha dicho que el país se encamina hacia una clara reducción de sus emisiones contaminantes, dado que en los últimos cinco años ha pasado de un aumento del 50 a un 28 por ciento.
Unas cifras que ha atribuido a las políticas y medidas puestas en marcha desde 2004, entre las que ha citado el Plan de Rehabilitación de Viviendas (2009-2012).

Según el estudio, la Unión Europea va por buen camino en su compromiso de reducir las emisiones de CO2 para 2012. Los 15 Estados miembros que pertenecían a la UE en la celebración del Protocolo de Kyoto se comprometieron a reducir en un 8% las emisiones de gases de efecto invernadero entre el período 2008-2012.

En estos últimos tres años, el conjunto de los 15 países han superado su compromiso en un 1,2%, emitiendo menos CO2 a la atmósfera del que tenían establecido en el Protocolo. Los países que más en serio se han tomado la iniciativa son Estonia, Bulgaria, Letonia, Lituania, Polonia y Rumania.

Dentro de los países que más CO2 emiten a la atmósfera se encuentran Alemania (467t), Francia (401t), el Reino Unido (357t) e Italia (316t).

Con respecto a  EEUU, aunque firmó el tratado durante la Administración Clinton, su sucesor, George Bush, decidió no ratificarlo, por "afectar negativamente a los intereses económicos de su país";la principal objeción de Estados Unidos es que el acuerdo se centra en las emisiones de los países industrializados y no busca limitar, en la primera etapa, la contaminación en las regiones en vías de desarrrollo;la economía estadounidense refleja ciertos recelos ante la posibilidad de un crecimiento pujante por parte de ciertas economías,como la china.
El actual presidente Obama, que en ocasiones ha recordado que "el tiempo se agota" para luchar contra el cambio climático, tampoco lo ha ratificado, pese a que llevó a la COP15 un compromiso de reducción de emisiones de un 17% para 2020 con lo niveles de 2005.

Según el tratado, Estados Unidos debería recortar sus emisiones en un 7%. Este país genera el 25% de dióxido de carbono (CO2) en todo el mundo, por lo que el Protocolo de Kyoto le exige generosidad en la adopción de sus medidas.

En el caso de los países menos desarrollados no están más dispuestos a comprometerse que antes,pero ahora está cada vez más claro  que en un breve plazo de tiempo la contribución de estos paíese a la producción de gases invernadero,especialmente de China y de la India,sería superior en total a la de los países avanzados,aunque no per cápita.

DESPUÉS DE KIOTO

El Protocolo de Kioto es sólo una fase de la lucha contra el cambio climático. Si queremos evitar efectos potencialmente desastrosos, es preciso intensificar los esfuerzos e involucrar a la comunidad internacional en un compromiso a largo plazo. 
En diciembre de 2007, con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático celebrada en Bali, los principales países acordaron abrir negociaciones sobre un nuevo régimen mundial para combatir el cambio climático después de 2012, año en que expira Kioto.Al año siguiente se consiguieron nuevos avances en Poznań, Polonia.

En cuanto a la cumbre de Copenhague,se cerró con un Acuerdo Político que satisface parcialmente las demandas tanto de países desarrollados como en desarrollo.
Por su parte, diversos líderes de la Unión Europea han valorado positivamente dicho acuerdo, aunque consideran que es insuficiente, especialmente teniendo en cuenta el papel de liderazgo que la UE ha tenido en todo el proceso previo a la Conferencia. En este sentido, el acuerdo se considera como un primer paso necesario para desarrollar su contenido, de forma que se firme un nuevo tratado vinculante en el menor plazo posible.
La constitución de un fondo de 10.000 millones de dólares anuales para el desarrollo de proyectos de mitigación y adaptación en países en desarrollo durante el período 2010-2012 es uno de los aspectos más positivos del acuerdo, ya que permitirá aplicar medidas dirigidas a prevenir inundaciones, sequías y otros impactos del cambio climático, así como aumentar el uso de las energías renovables. Este fondo deberá aumentar hasta 100.000 millones de dólares anuales para 2020.

Otros aspectos en relación con este acuerdo han sido que: se ha logrado pactar un documento que podrá ser ratificado por todos los países del mundo (algo que no logró el Protocolo de Kioto) y que en su negociación han intervenido los principales líderes mundiales, lo que demuestra que el cambio climático ya no es mera retórica. Además, el Acuerdo reconoce por primera vez a nivel político la necesidad de que la temperatura media global no aumente por encima de los 2ºC, siguiendo las directrices establecidas por la comunidad científica internacional.

Las Partes de la Convención de Cambio Climático están ya posicionándose de cara a la COP 16, que se celebrará próximamente,en diciembre de 2010 en México; el resultado de esta nueva cumbre permitirá saber si el Acuerdo de Copenhague ha sentado las bases para un nuevo tratado internacional vinculante que incluya a todo los países del mundo.

Enlaces de interés:
http://europa.eu/legislation_summaries/environment/tackling_climate_change/l28060_es.htm

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