sábado, 11 de diciembre de 2010

¿A QUÉ ESPERAMOS?

Poco a poco vamos consiguiendo ciertos avances que nos permiten hacer frente al gran problema medioambiental que está aquí,y que ya está teniendo  consecuencias destructuras en todo el mundo,de hecho,el 2010 ha sido un año para recordar,y no de manera positiva precisamente.

Desde mi punto de vista,uno de los problemas fundamentales por los que hemos llegado a esta situación es la insufiente información y preocupación que se nos ha trasmitido a los ciudadanos,ésto nos ha hecho no ser conscientes de la gravedad del problema,y aunque ahora la conciencia social esté en aumento creo que podría averse evitado mucho tiempo perdido;así como diariamente nos informan de la grave crisis económica en la que estamos inversos,ya que,evidentemente,se trata de un problema de plena actualidad y que a día de hoy está afectando a todo el mundo,¿se preocupan de hacer lo mismo con la crisis medioambiental?¿somos conscientes de lo que está sucediendo y de la enorme trascendencia que va a tener si no se frena?

Aunque la conciencia social haya aumentado hay mucha personas que este problema lo siguen vinedo como un problema de futuro que "ya llegará",sin embargo no es solo futuro sino que también es un presente que  ya está aquí y que he intentado explicar a lo largo de este trabajo:aumento récord de temperaturas;aumento del nivel del mar;cada vez más especies amenazadas;climatología extrema;retroceso de glaciares;deshielo sin precedentes del Ártico;inundaciones;olas de calor;incendios;sequías...

Planificar y prometer un cambio de la situación es fácil,construir y cumplir el cambio es otra cosa,pero otra cosa que debe convertirse en una prioridad,y que puede conseguirse con la conciencia y unión social.




XVI CONFERENCIA DE LAS PARTES DE LA ONU SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO


El acuerdo de Cancún no es un paso de gigante, pero tampoco se ha dado ni un paso atrás en lo conseguido hasta ahora.

El mensaje en una gran botella que apareció en una playa de Cancún durante los primeros días de la Cumbre del Clima pidiendo a los políticos acción urgente en la lucha contra el cambio climático ha surtido efecto. Aunque esa gran botella se haya convertido en un frasco pequeño, lo cierto es que en Cancún se ha dado un paso más en el camino para conseguir un acuerdo que en algún momento pueda sustituir al ya desahuciado (expira en 2012) protocolo de Kioto; pese a que las partes no pudieron decidir sobre la segunda fase del protocolo, el documento final pide adoptar "tan pronto como sea posible" una decisión para "garantizar que no haya una brecha entre el primer y el segundo período de compromisos".

A pesar de la controversia desatada por la delegación boliviana, que ya a anunciado su decisión de recurrir ante el Tribunal internacional de La Haya los acuerdos alcanzados en la XVI Conferencia de las Partes de la ONU sobre Cambio Climático, esta reunión se ha saldado con acuerdos importantes que tratan, al menos en parte, de borrar el sabor agrio que dejó la anterior cumbre de Copenhague, celebrada el año pasado y clausurada sin ningún tipo de acuerdo.

Es la primera vez que Estados Unidos tiene un compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del que tendrá que dar cuenta en Naciones Unidas y que China hará lo propio si no para reducirlas, sí para frenar en un porcentaje importante su crecimiento para el año 2020.

Los países acuerdan "elevar el nivel de ambición en la reducción de emisiones" de gases causantes del efecto invernadero (GEI), y propone que los países con vínculo jurídico con ese protocolo deberían "en 2020 reducir sus emisiones en un rango entre el 25 y el 40% en relación a los niveles de 1990".

Los países, además, han respaldado un nuevo fondo verde global, que tendrá que identificar nuevas fuentes de financiamiento.

Se incorpora el compromiso de proporcionar 30.000 millones de dólares de financiación rápida para el período 2008-2012. Se reconoce la necesidad de "movilizar 100.000 millones de dólares por año a partir de 2020 para atender las necesidades de los países en desarrollo".

El texto incluye en la Convención la decisión tomada hace un año que establecía una meta climática de un aumento de 2 grados centígrados respecto a niveles preindustriales para el presente siglo.

En cuanto al mecanismo de reducción de emisiones por deforestación y degradación de los bosques (REDD, por sus siglas en inglés) el acuerdo establece que habrá actividades en ambas áreas, para conservar los bosques desarrolladas en fases. El texto señala que habría que "explorar opciones financiación" para posibilitar el desarrollo de REDD.

Se especifica que se tomarán en cuenta las provisiones de la Declaración de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, de 2007 para el programa REDD.
Se establece un mecanismo de tecnología así como una Red y un Centro de Tecnología Climática encargado de identificar la tecnología más adecuada que podría ser proporcionada a los países que la requieran.

La organización ecologista Greenpeace consideró que los gobiernos tomaron "la decisión correcta en Cancún", al decantarse por el consenso en los temas clave en lugar de priorizar posiciones polarizadas, logrando "el acuerdo justo, ambicioso y legalmente vinculante que el clima necesita".
"Cancún ha salvado el proceso de Naciones Unidas, que muchos daban por muerto, pero queda todavía mucho camino por recorrer para salvar el clima", declaró el director del equipo político de Greenpeace Internacional, Wendel Trio.
Agregó que esta reunión "ha demostrado que los gobiernos pueden cooperar y avanzar juntos hacia el acuerdo global".
Greenpeace recordó que 2010 ha estado marcado por las graves consecuencias del cambio climático, como récord de aumento de temperaturas, fenómenos meteorológicos extremos y un deshielo del Ártico sin precedentes.

"Cancún ha dado un impulso impagable a la negociación climática internacional, pero seguimos necesitando la forma de un acuerdo justo, ambicioso y legalmente vinculante que garantice que seremos capaces de evitar los peores impactos del cambio climático", añadió.

Según la organización ecologista, la Unión Europea (UE) "ha sido bastante constructiva en este proceso", al tiempo que añadió que "aunque le sigue criticando que no haya dado el paso unilateral hacia un compromiso de reducción de emisiones del 30%, le reconoce su esfuerzo conciliador".
Greenpeace también dijo reconocer "el valor de actitudes como la de España -de anunciar su apoyo al 30% en esta cumbre- que ha aportado espíritu positivo a la negociación".
La responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Aída Vila, dijo que
 "hoy empieza el camino hacia Durban. La sociedad civil debe poner la presión necesaria sobre la clase política para que mantengan la voluntad de hacer frente a la crisis climática y firmen el acuerdo global el año que viene en Sudáfrica".

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